viernes, 16 de enero de 2015

No , al médico no por favor.

Hay una cosa que llevo muy mal, la visita por cualquier motivo, aunque no sea para mi, a cualquier tipo de médico o similar. Durante años los médicos eran esas personas que me hacían cosas mas o menos divertidas, me ayudaban a estar bien y me prestaban una atención en la mayoría de los casos cuanto menos amable. Pero algo debe haber pasado porque últimamente los doctores que he visitado están como..."amargados", cumplen su cometido puntualmente pero nada más, no encuentras en ellos pasión ninguna, cuando entiendo, que la medicina es como el arte o se tiene ese don o no, y no imagino que nadie que pueda hacer cosas tan increíbles como esos admirados semidioses , que pueden salvar vidas , puedan hacerlo sin pasión.

Los médicos de hoy día, no inspiran confianza, les falta ponerte un sello y la firma en la frente, ya no te miran con monóculos, no te palpan la espalda, no se molestan ni en preguntar por todo aquello que puede sucederte , y que tu no das importancia. Gracias a dios cuando algo es grave se ponen las pilas, pero para los dolores y achaques no mortales, tienen  " poco o ningún interés", los recortes, la crisis , la dificultad de conseguir trabajo y lo dura que es la carrera, consigue que los benditos Sr@s. de la bata blanca, hayan perdido las ganas de ser ese gran doctor que imaginaban, curando a miles de personas , cuando aun eran unos niños
Porque eso me parece una perdida humana enorme y porque los médicos son lo mejor que hemos inventado, digo:

Señoras y señores ASÍ NO SE HACE.

No os olvidéis de los pobres enfermos que os animan y agradecen cada día la vida, no olvidéis que el futuro sin vosotros no existiría como lo necesitamos. Existen todavía grandes catedráticos en experiencia tratando : ancianos solitarios a los que escuchan atentamente y saben que ess cariño que paracetamol , lo que necesitan; madres histéricas a las que les explican con pelos y señales , el estado de su bebe para que se tranquilicen; y a  personas que la vida se les esta rompiendo , y que atienden con la empatía y la entereza de tener sus últimos momentos en sus manos. De esos fantásticos profesionales, a los que después se le ponen calles en su nombre , o no, o solo quedan en el corazón de sus pacientes, que es lo más importante, es de los que tienen que seguir los pasos, todos los médicos y asimilados que se sientan mal pagados, estancados, frustrados, perdidos entre tanta burocracia y presión, y por favor no olvidéis que curar no es solo tapar una herida...

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