domingo, 2 de septiembre de 2018

Pobres Humanos (Solución existencial)




Pobres humanos...

Queremos...Necesitamos encontrarle un sentido a la vida como si se nos fuera la vida en ello. Creo que no entendemos que el sentido de la vida es la muerte, y la muerte le da sentido a la vida, aunque entiendo que éste pensamiento es el que nos hace replantearnos si la vida entonces tiene sentido. Nunca será fácil de asimilar.

Queremos relacionar los hechos que nos suceden con algo superior...Dios, la suerte, las matemáticas, el movimiento de los planetas...Y no nos damos cuenta que lo que pasa en cada uno de los instantes de nuestra existencia es un hecho fortuito y maravilloso que no tenemos ni mínimamente la capacidad de racionalizar con nuestro estúpido y malterminado cerebro...Pobres humanos.

Lo que pasa, pasa...malo o bueno, placentero o doloroso, y ya al instante siguiente habrá pasado y sólo quedará su existencia en nuestra mente mientras nuestra mente exista. Pero pasa que a veces pasa algo extraordinario, un hecho que sabemos que nunca vamos a olvidar y necesitamos colocarlo en algún sitio porque es una pieza delicada de nuestra colección de recuerdos y no queremos ponerlo en cualquier parte. Y entonces más que nunca necesitamos saber...Saber qué hacer con ese sentimiento que te desborda quizás de felicidad pero puede que también de dolor...Uno va siempre tras el otro.

Puede que en el fondo nos dé miedo que un día esos recuerdos desaparezcan con nosotros. 

Vivir no puede ser tan complicado. 

Vivir tiene que ver más con comprender y valorar la efimeridad del instante. Comprender nuestra propia fragilidad ante nuestra efimeridad también. Si dejas de buscarle constantemente un sentido a la vida empiezas a darte cuenta de que todo tiene sentido.

Cuando algo cambia nuestra vida para siempre, no hemos de buscar explicaciones, sólo vivirlo. Si es un gran sentimiento de felicidad disfrútalo sin más, sin esperar que todo vuelva a romperse como tantas otras veces te ha pasado porque naciste en viernes 13, y si es un sentimiento de dolor sin preguntarle a Dios qué prueba tendrás que pasar esta vez para llegar a mártir.

Me da igual el porqué pasen las cosas. Me da pereza reducir mi existencia a una explicación divina. Yo voy a ir viviendo que ya luego al final entenderé seguro el porqué.

A veces sólo tenemos que apreciar la magnificencia de los hechos, la belleza con la que todo se va aconteciendo paulatina y armoniosamente. Con colores, sonidos, tactos y olores...y besos y...instantes maravillosos que quizás no sabemos muy bien si seremos capaces de agradecer.

Ya está bien de sentirnos culpables por existir, quizás es ésa culpa de la que habla el cristianismo que nace con nosotros y  nos ha de ser perdonada al bautizarnos. No lo creo, la verdad, pero esta bien entender que los que tenemos que perdonarnos somos nosotros mismos porque el perdón de los demás no nos vale...Y soltar las cargas de todo lo que nos haya pasado. Hoy es un nuevo día, no puede irnos tan mal si le ponemos ganas.

Y a veces pasan cosas que...Pobres humanos...

Que pasen una buena tarde.