sábado, 30 de julio de 2016

LO MEJOR DE MÍ




Aquí estoy, de nuevo andando por la cuerda floja...

Podría estar quejándome desde que me despierto. Todos lo hacemos a menudo. Siempre hay motivos, siempre falta algo, o tenemos un padecimiento, o un problema, o un dolor, o una angustia...

Yo siempre he sido una persona muy quejica, inconformista, no asimilaba la vida tal cual es. Malcriada por la suerte, me he quejado demasiado tiempo de demasiadas cosas. Y como si fuera un circulo vicioso cuanto más atención recibía más me quejaba, más enfadada estaba con la vida.

Pero sufrí tanto y perdí tantas batallas que sin saberlo cambié...Hoy por hoy soy una persona muy distinta, me quejo, claro, pero no por los motivos que siempre me hicieron padecer, mi queja se alza mucho más allá de lo que los demás entienden por malestar.

No es en la fiesta, ni en la risa, ni en los buenos momentos cuando podrás encontrar lo mejor de mi, ésa es la parte fácil, la que mostramos cuando todo va bien, o medianamente bien. Ésa pose es la más sencilla.

Lo mejor de mi está muy escondido, sale cuando todo se tuerce, cuando mi vida se rompe, cuando lloro, cuando me desespero y grito, cuando me enfado con el mundo, y sólo quiero encerrarme en mi mundo....es entonces cuando nace dentro de mi una luz pequeñita que si le doy algo de tiempo va tomando fuerza hasta calmar todos mis dolores y mis fatigas, y me convierte en un ser más fuerte cada vez y a la vez más comprensivo y tolerante.

Es ésa parte de mí la que puede con casi todo y supera obstáculo tras obstáculo sin apenas pestañear. Como si tuviera superpoderes, todo el dolor lo convierto en aprendizaje, y en mis lágrimas y mi sangre dejo marchar las sensaciones de derrota y fracaso, sólo hay que esperar, sólo hay que quedarse con uno mismo unos instantes y como Newton, relativizar la existencia a la certeza de un átomo, todo lo demás carece de importancia.

El poder está en nuestro interior, pero nos pasamos la vida buscándolo en los demás, en nuestra pareja, nuestros hijos, los amigos, el trabajo, los hobbys, todo aquello que poseemos, coche, casa, vestidos...distraemos nuestro dolor, cómo se distrae a un bebé con unas llaves para que deje de llorar porque tiene hambre, nos empeñamos en enseñarnos unos a los otros que el malestar hay que esconderlo, no sentirlo, que es malo sufrir, es malo padecer, es malo porque ésa parte de la vida no queremos que sea vida.

Pero resulta que sin el dolor no existiría la alegría, son dos emociones que son la misma, que cohabitan juntas en cada una de nuestras experiencias y que debemos admitir en nuestro corazón sin temor alguno.

Cuando somos felices todo es más sencillo, y por ello es en esos momentos donde, a pesar de lo que siempre se ha pensado, lo que mostramos de nosotros mismos es lo más inútil, lo que no enriquece nuestro interior, es sólo un momento de admiración ante la belleza más simple, pero éso lo puede hacer todo el mundo...a mi entender no tiene ningún mérito.

Es en los momentos en los que perdemos toda nuestra fuerza, y nos tumban las amarguras, cuando demostramos de que materia estamos hechos en verdad. Ahí es donde sólo los más fuertes llegan, a pesar de todo, a pesar de que parezca imposible, de que nadie confíe en nosotros, de que el mundo entero nos diga que estamos equivocados. Si en ese momento seguimos adelante, y sacamos toda nuestra fuerza, estaremos demostrando lo que valemos de verdad.

Nos lo estaremos demostrando a nosotros mismos, no hace falta el consentimiento ni el aplauso de nadie, sólo el nuestro, pues nosotros éramos los que estábamos solos cuando llorábamos, cuando perdimos toda la esperanza, y somos nosotros los que sabemos cuanto costó, y cuan fuerte es nuestro espíritu, y es entonces cuando  podemos sentirnos orgullosos de haber superado otro maldito quiebro, sin que nadie sepa nada, pues a nadie en verdad le interesa más que a nosotros, y lo mejor, lo conseguimos sin apenas bajar la sonrisa unos segundos.

No temas llorar, no temas el dolor, perder lo que amas, envejecer,...morir...Es el ciclo de la vida que parece que hemos olvidado, son las normas que hoy día se rehúsan como si fueran  un castigo, cuando si algo está claro en éste mundo perdido y abandonado por la razón, es que ninguna risa nos salvará del  dolor, y que tomemos el camino que tomemos todos nos llevarán al mismo sitio...con una salvedad, puedes llegar al final sabiendo que fuiste lo mejor de ti o sin saber realmente lo que fuiste.

Con la verdad, o con el engaño. Creernos mejor que los demás, aunque a nuestro paso sólo hayamos dejado una imagen falsa que a nadie le importó, y que jamás a nadie  importará incluso mucho después de que ya no estemos es perder nuestra lealtad a nosotros mismos.

Somos nosotros los que nos encontraremos con nuestro yo interior, ése al que no podemos engañar al que no le valen las excusas. Escondernos tras la banalidad, el consumo, el egocentrismo...no nos servirá de nada, la vida juega al escondite mejor que nosotros y cuando llegue el momento te encontrará, y te avergonzará tu propia cobardía, tu propia mentira se reirá de ti...y probablemente lo mejor de ti se quedará perdido en ningún sitio, envejecido y sin usar....aunque éso tampoco le importará a nadie.

Siéntete vivo cuando llores, cuando todo se derrumbe a tu alrededor, lucha, grita, sobrevive, y salva el mundo...tu mundo. Sé el héroe de tu propia vida, no temas al mañana, no temas la tristeza, la soledad y el dolor...pues todo éso será lo que al final, sacará siempre lo que eres de verdad...lo mejor de ti.




martes, 19 de julio de 2016

Y entonces Dios me dio unas Alas.





Volar...siempre quise sentir ésa sensación de plena libertad. De niña veía a las bailarinas con sus puntas eternas que parecían flotar volátiles al compás de melodías melosas...las admiraba absorta y estaba convencida de que era porque las bailarinas eran como unas ninfas extrañas que  podían volar. Volar... bailar... lo que más yo deseaba, así que, así nació mi amor por la danza.

Luego pasaron los años y la vida me clavó los pies en el suelo....y yo solo quería volar.
Tanto interés se tomó mi suerte en que no me alejara más de un metro de la tierra firme, que me sedujo con la idea del vértigo más absoluto e indomable....aunque una vez monté en globo y me enamoré de las nubes, pero los dioses se debieron enfadar conmigo y no volví a poder hacerlo...

Y hace ya muchos muchos años que vivo castigada a caminar por el mundo, y no puedo volar hasta mi planeta secreto, donde estoy a salvo de todo. Cuando el mundo se vuelve un infierno, un holocausto y una tortura infinita, sólo puedo resguardarme en mi soledad segura y confortable...aunque sé que el mundo siempre es eso, un infierno, un holocausto y una tortura infinita ...pero a ratos amanece y descansa.

Un día empecé a tener planes complicados, pensé en huir como las lagartijas, rastreras y cobardes, por una rendija, por un sumidero oscuro, lo importante era estar a salvo, pero por algún motivo, el destino empezó a truncar todos mis planes de huida, y me tuve que quedar. Después incluso  compré un billete de tren sin destino  para no volver jamás, pero justo cuando daban el último aviso, creí que alguien me llamaba y al volver mi atención a mi huía... el tren ya había desaparecido.

Ya me daba por perdida y condenada, a bagar eternamente  por este mundo de hedores, de muerte e injusticia, cuando una noche de calor y lluvia comencé a sentirlo...algo se movía en mis adentros, una cosquilla, un extraño picor en mis omóplatos, una melodía melosa....

Al principio, creí que me habría picado algo, pero luego, una caricia hacia crecer poco a poco unas pequeñas plumas en mi espalda, que se convirtieron en unas grandes alas luego. Unas alas invisibles, blancas, brillantes, preciosas, que me llevarían allí donde yo quisiera.

De repente ya no sentí tanta prisa por marcharme, total...puedo echar a volar en cualquier momento, sólo tengo que aprender a ocultarlas, hacer silencio sobre mi secreto.

Y en cuanto pueda estar solar, volar...

Volar al mundo donde yo soy lo más importante, donde sé que mis sueños se cumplen todos los días, un mundo donde soy la que mejor me cuida, la que más me ama y me comprende. Un mundo donde siempre tengo la razón, y si no la tengo siempre siempre me perdono. Un sitio sagrado al que podré acudir ya siempre que necesite limpiar mi alma, de la sangre de las almas en pena que purgan sus pecados en el mundo.

Llámalo Dios, llámalo  fantasía, locura...o necesidad...pero a mi me gusta pensar que pronto andaré sobre mis puntas infinitas como aquellas bailarinas de mi infancia...y podré volar...me han regalado unas alas y voy a aprender a volar.

domingo, 17 de julio de 2016

MENSAJE EN UNA BOTELLA.




Hola mi amor: ¿cómo estás?, ¿piensas alguna vez en mi?... dudo que llegues a leer ésto, éstas palabras que navegan perdidas en el océano de nuestra existencia.

Quizás debiera desear que estés bien, y por ello así lo espero, pero quizás en verdad deseo más que me extrañes cada minuto del resto de tu vida, como yo a ti te extraño.

Por aquí las cosas están bien, los días pasan y ocurren historias, buenas, malas y sorprendentes. Cada día aprendo algo a base de dolor, y siento que subo un escaloncito más, para llegar a ningún sitio donde nunca he querido estar, pero que me llevará seguro, lo suficientemente lejos cómo para no volver nunca más.

Te echo tanto de menos. Aunque estoy casi segura que sería incapaz ya de soportarte instalado en mi vida y en mi alma como entonces, pero necesito recordar lo que fui a tu lado, lo que hiciste que fuera para ti...Y con las heridas ya curadas, y con apenas esos cuatro escalones subidos, puedo ver que nuestro pasado se ha convertido en la leyenda de mi alma, por siempre ya solitaria.

No puedo amar, ya no, nunca después de ti, Como una una viuda resignada me aferro a ésa dramacomedia que fue nuestra vida juntos.Ése empezar equivocado, ésa locura sana y rota, ése soportar lo insoportable sólo por sentir el amor más grande que nunca hayamos sentido..bueno...perdón...que sentí yo, pues no pongo la mano por lo que me amaras si es que alguna vez me amaste.

Yo si sé para mi desgracia, que no hubo ni habrá nadie más, Lo sé desde aquel último día, tu última mirada, la última palabra que cómo una daga clavaste en mí.

Pero olvidemos el pasado, no sabes cuanto daría por abrazarte fuertemente un instante y que en ese instante terminara el mundo. Si, si....ya sé, no puedes volver pues sólo existes ya en mi cabeza obtusa, pero en contra de toda ley racional necesitaba irremediablemente mandarte, puede que el último mensaje en una botella,

¿Te puedo preguntar?

¿Por qué?
¿por qué hoy añoro lo que un día odié?
¿por qué no perdoné?
Si apenas había nada que perdonar...
¿Por qué pedí el Grial?...el infinito, lo imposible.
¿Por qué de todos mis pecados saqué el orgullo?
¿Por qué sigues en mi mente como tumor que me mata día a día?
¿Por qué sigo excusando tu ausencia?
...días y noches y noches tras días...
Nadie podrá ocupar tu sitio
viejo, desatendido y roto.
Escondido en el trastero
del dolor más fuerte de mi pecho,
pero siempre esperando el momento
que vuelvas a reinar mi alma...
ésa que sólo tú has visto
y que se apaga poquito a poco ,
en agonías del corazón
del que siempre has sido tú...
...el dueño.


Perdóname por no olvidarte, perdóname por seguir adelante con la carga de tu ausencia, por haberme vuelto bruja, fría, imposible, sabia. Por no haber sido "yo" cuando fui para ti, quedó yerma la tierra que ya nunca acogerá otro amor, y que ya siempre será en mí tu desierto...donde ando perdida en tu busca, sin motivo, sin fundamento, a pesar de las tormentas, a pesar de que no hay nada, nada, nada...quizás un día crea verte cómo a un oasis, y decida morir al instante, sin andar ni un sólo paso, para poder no saber si eras una verdad o no....si lo fuiste o todo fue un sueño.

Siempre tuya.

Tu maldita Sirena.

sábado, 9 de julio de 2016

NINGUNA RAZÓN ME VALE





Por favor que alguien pare el mundo que me quiero bajar. Demasiado difícil, demasiados obstáculos para no conseguir nada, pues nada quiero. Sólo quiero escapar, descansar de todo, lejos pero donde no haya nadie, sola, sola, sola...

Dice el doctor Jorge Bucay, al que adoro, que la ansiedad se produce por una incomodidad con nuestra vida, con nuestras circunstancias, si pudiera hablar con él le diría que yo llevo toda mi vida incómoda y ciertamente me instalé en la ansiedad absoluta.

Siento una profunda decepción con la vida, pero no sólo con la mía, con toda la existencia humana. Veo las noticias y siento en lo más profundo de mi alma que el mundo está loco, que siempre lo ha estado, que los humanos somos una panda de niñatos que destrozan todo lo que tocan, y que incluso cuando construimos lo hacemos destrozando algo que ya existía sin distinción de que fuera bueno o malo.

Si hablo de mí, mis deseos y sueños personales los he guardado en una caja mágica dentro de un búnker en lo más profundo de mi alma, para que los quemen con mi cuerpo cuando todo haya terminado. Durante un tiempo sentí casi que podía tocarlos con la punta de mis dedos, pero como una mala broma de la vida, justo en ese instante desaparecieron en el aire, y yo me quedé con la sensación de que...ni son tan importantes, ni está en mi destino alcanzarlos.

Creo que estoy aquí para otra cosa, no se cual, más mundana y más trivial, más fea quizás pero seguro más cierta. 

Tengo que retomar fuerzas y aclarar pensamientos, porque mi camino se hace cada vez más duro y pesado, y ya decidí que lo recorreré sola, porque una compañía sólo me causaría molestias y cargas y ya no puedo cargar ni conmigo misma. Durante toda mi vida busqué mi media naranja hasta que me he dado cuenta que yo no soy naranja, que soy una extraña fruta tropical, única y desconocida sin mitad que me complete, pues ya soy completa en mi desentonada existencia, de aspecto inapetecible y sabor apto sólo para mi. Tan segura estoy de mi condición que duele...pero al fin y al cabo todo duele, no puedo más que concentrar mi energía en liberar y perdonar la vida que inevitablemente me ha tocado.

Nadie me va a tender la mano, nadie me va a abrazar para decirme: " tranquila, descansa, yo te protegeré de todo", en verdad nadie me ha visto aun, soy invisible en este mundo que rueda y rueda demasiado deprisa para mí, así que  mejor me voy acostumbrando, aceptado, y haciéndome a la idea...o como a mi me gusta decir: mastica, traga, digiere y caga...

Ya desde que nacemos lloramos fuerte, como presintiendo el dolor venidero, La frustración, el descubrimiento de la gran mentira, la injusta llegada a la vida, en tantos casos castigo en vez de gracia.

También dice el doctor Jorge Bucay que tenemos la obligación de ser felices, y me van a perdonar pero en ésto yo difiero. Por favor...no más obligaciones, no puede ser una obligación, déjeme doctor, sentirme desgraciada al menos, ante lo que no puedo asimilar, ante lo que no quiero aceptar, esta existencia sin sentido.

Reir, bailar, la amistad, el amor, el cariño, la aprobación, el honor y la palabra, el sentido de todo lo que hacemos...no tiene en verdad sentido. Así que puedes darle el que tu quieras. Puedes estar aquí para lo que tu decidas estar. Para tu propia satisfacción, para ayudar a los demás, para hacer daño, para conseguir éxito y prestigio, para defender una causa, para hacer lo que toca...escoge tu porqué, y para qué, aunque de seguro es sólo el lugar más cómodo desde donde puedes afrontar tu existencia, porque el verdadero sentido aun nadie lo ha encontrado. 

Mi sentido de la vida está aun difuso, no me decido, escucho mi interior pero me va guiando justo por los caminos más angostos y difíciles, por los lugares más desérticos y solitarios, pero si mi interior lo dice por allí seguiré aunque el resto del mundo me tiente a ansiar los caminos de la felicidad y la alegría fugaz que también tarde o temprano cansan y aburren.

Tengo que hacer lo que tengo que hacer. No me pierdo nada importante por hacerlo, honestamente, no hay nada más allá de las lindes de mi fortaleza. Subí un nuevo escalón, y soy casi consciente de todo lo que me queda por subir, pero  en ésta ocasión las fuerzas me faltan, la inseguridad me puede, el miedo me paraliza, y yo quiero seguir, quiero poder, quiero ser lo que el mundo espera de mí, aunque yo ya no espere nada de él, ése mundo que esta loco y no para de girar y girar, tan deprisa que no me deja ni me dejará nunca...bajar de él.


miércoles, 6 de julio de 2016

HOY SOMOS TRES PARA CENAR





Yo he podido ver el miedo y el dolor en el corazón de muchas personas, y ver cómo ése miedo y ese dolor les parte el alma sin remedio.
Aprendí que mirar lo que a nadie le gusta ver me enseña a ver lo que no puedo mirar, mi propio miedo y mi propio dolor. Y me ayuda a darme cuenta de lo afortunada que soy, de cuan grato ha sido mi camino, cuanto me quejo sin motivo y cuan bien lo estoy haciendo.


No es cuestión de compararse con los demás, pero inevitablemente tenemos que poner en una medida nuestra infelicidad y nuestra preocupación para saber si estamos en lugar o no de ejercerla o simplemente somos unos malcriados de la vida que se permiten el lujo de llorar sin motivo real.

Yo soy muy quejica, ay..., yo veo que el baso está siempre vacío del todo cuando le queda más de la mitad, yo he venido a este mundo a sufrir como los "sufridores del 1 2 3", como las dolorosas, yo tengo que sentir que mi vida tiene interés aunque sea mirándola como un drama porque nunca fue una gran historia. Yo quiero dejar una huella, yo quiero sentir que no pasé por aquí en balde.

Yo, yo, yo...ése es el principio del fin, pensar en mí más de lo debido. Por suerte o por fortuna, no estoy sola, somos muchos los que nos sentimos abrumados por las circunstancias de la vida. Los fracasados que creemos que la vida de los demás es mejor, sólo porque lo parece, lo aparenta o así nos lo contaron, aunque nuestro único fracaso sea creerlo de verdad.
Cuando la verdad es que ésto es una batalla campal a muerte, donde defendemos el aire que respiramos, y donde no hay aliados, donde los débiles son los que más necesidad de amor tienen, y los poderosos los  más egoístas,

¿Cómo puedo ayudarte amigo?, ¿Cómo puedo ayudarme a mi misma?
Cuando el miedo y el dolor se apoderan de mi corazón,  y me siento el ser más desgraciado del mundo...aun sin serlo..¿Cómo hago para que pase el dolor?...

Tengo malas noticias, el dolor y el miedo nunca se irán, siempre van a estar a tu lado hasta el último día de tu vida...tendrás que aprender a vivir con ellos, tendrás que aprender a ver que quizás son menos horribles de lo que parecen, mira bien a los demás, todos parecen felices aunque sus miedos son los mismos que tu un día vencistes y su dolor está esperándoles en la siguiente esquina por donde tu ya pásaste un día...y ves que tu camino no fue en vano y que tus éxitos te han hecho dueño de tu propia vida.

Tendrás que aprender a darle a tus compañeros de viaje su justo valor. Ni caso. Porque ésos macabros amigos se sentarán contigo cada día a comer,  dormirán a tu lado, estarán siempre dirigiendo tus actos y no te dejarán nunca, ni un solo día, ya no habrá descanso...yo creo que lo mejor es mirarles a la cara, reconocerlos, aceptarlos y aprender a vivir a pesar de ellos, lo mejor que buenamente podamos.

El dolor y el miedo siempre gritan, y pueden llegar a convertirte en un trapo: No puedo¡¡...Ayuda¡¡...es el fin¡¡....que más quisieras...todo pasa, y los inseparables amigos te contarán cada día una nueva historia, que te creerás a pies juntillas y te paralizará si eres necio o que  ignorarás para poder seguir respirando si eres listo.

Vienen tiempos difíciles para todos, siento mucho no poder salvar a nadie, apenas a la mujer que me trajo al mundo y dos personitas que yo engendré...no hay más, no debe haberlo, es poco y mucho, es importante y carece de importancia, es lo que hay...y es lo que hay...los días pasan uno tras otro,  sirvan o no y yo he aprendido a reírme de mi miedo y mi dolor contándoles lo absurdos que se sentirán cuando yo ya no esté.

He aprendido a no creer del todo nada de lo que me cuentan. Yo, que me pensaba manipulada por mi propia vida he podido ver un poco de la verdad, que es la verdad con la que voy a calzar este alma maltrecha y descuadrada. Y la verdad es que quienes más sufren son aquellos que no quieren sufrir, y que nuestros ojos pueden ver pero también están para llorar, que recorrer esta vida sin esos dos compañeros tan especiales haría nuestro camino más aburrido e inútil...y que en verdad no rompen nuestra alma si no que la hacen más fuerte y más brillante para nuestro siguiente paso...cuando ellos se queden sin nadie a quien asustar ni hacer ningún tipo de daño.