martes, 26 de enero de 2016

Réquiem por los Seres Mezquinos




Ha sido horrible, todo sucedió muy deprisa, aun me siento confundida, de repente todo se ha hecho un nudo en mi cabeza, y mi corazón no sabe si correr o pararse, la traición y la mentira me pueden. Me han hecho daño...

Hace tiempo hice un test en Internet que me decía que tenía una estupenda inteligencia emocional, y la verdad es que incluso en ese momento me lo creí, realmente sí que me sé toda la teoría, lo tengo todo clarísimo, sería capaz de darle cátedra a un psicólogo, a un cura y a un chaman a la vez. Pero todo es papel mojado, todo es nada, porque nada de eso sirve. A la hora de la verdad cuando te hacen daño en lo más profundo de tu corazón no valen teorías, por más que hayas aprendido en la vida, sientes el mismo dolor que cuando eras un adolescente, lo que has aprendido con los años es más bien a excusarlo y a callar.

Me han herido, me han traicionado, alguien se coló en mi fortaleza y me lo ha robado todo. Bueno...la verdad es que yo dejé que se colara, y yo le permití que se lo llevara todo, porque en verdad nada de eso me importa. Pensé por un momento que el cobarde se arrepentiría de dañar a una buena persona, yo no me defendí, en todo cedí, y aun así el cobarde tomó lo que no era suyo y se fue.

Quedé entonces de nuevo en mi fortaleza ya vacía, pensando en la ruindad humana, en las personas que sólo piensan en ellas, que mienten, que trapichean sentimientos y aun así, se sienten grandes y honestas personas. No uno ni dos he conocido de esos, muchos son ya, pareciera el mismo ser ruin con distintas caras, mujeres, hombres y niños no tan niños, que ensucian sus vidas con egoísmo. Insensatos que buscan el cielo llamando a la puerta del infierno.

Bueno...algo sí que he aprendido; aunque duela igual cada vez, ahora ya no lloro, ni por nadie ni por nada, no presto mi dolor a quien no lo merece, no idealizo lo que me huele de antemano una bonita pero falsa historia de hipocresías.

Ya está bien de creerme patrañas, el honor desapareció, la verdad no reina el corazón de nadie ya, no puedo defenderme con mi verdad cuando otros me clavan su traición, no quiero, ya no necesito a nadie, ya no pueden hacerme daño. Desde que todo se ha convertido en una gran mentira prefiero mi soledad siempre rancia, pero siempre cierta. Lo único de lo que estoy segura, la única cosa en que confío, yo y mis circunstancias, yo,  que sé hasta donde quiero creerme de esta vida.

No me duele que se aprovechen de mi, puesto que no me duele lo que ha de quedarse aquí cuando me vaya, me hiere más saber la calidad humana que recorre nuestras calles. ¿En qué momento las personas empezamos a importarmos tanto como para entrar en la vida de los demás como un elefante en una cacharrería?...

Yo no sé mañana si volveré a confiar en alguien o en algo, pero hoy por hoy prefiero andar de puntillas, no tengo aliados, no tengo a nadie protegiendo mi espalda, estoy sola con mi espada de madera, y mi único objetivo es defender mi lugar de vivir hasta que deje de serlo. Puede que fuera más fácil seguir creyendo la ilusión del mago, pero hace tiempo que descubrí casi todos sus trucos y ya no me creo absolutamente nada.

Y... a respirar hondo y a no tener miedo, ya sabemos que ahí afuera está siempre el enemigo esperando cualquier flaqueza para aprovecharse de nosotros, sabemos todo lo que tenemos que saber de él y los años nos darán la paciencia y la calma para no ceder en nuestra empresa, pero cuidado...porque aquellos que vengan a asaltar tu vida no serán seres extraños con sentimientos turbios, en verdad ni siquiera son tantos, en verdad ni siquiera vendrá armado, y no romperá nada cuando entre en tu vida, puesto que el ladrón solo es uno, e igual que yo, tu también  le abrirás tu puerta y le dejarás que se lo lleve todo, y quizás si  le preguntas cómo se llama, te diga que se llama:  Juana,  Fermín,  Elísa o San Gabriel, pero no le creas, porque es un mentiroso,.siempre se lo lleva todo y duele cuando se marcha. ¿No te suena? puede que lo conozcas , ...se hace llamar "amor"...el mezquino y viejo... amor.


sábado, 16 de enero de 2016

Que se salven los humoristas. (Gracias a Pepe Macías)




Hace unos días que estoy haciendo un curso de guionista de monólogos de humor. Y ya sé que me puedo dedicar a cualquier cosa en la vida... menos a eso.

Pepe Macías, un señor muy serio e introvertido, era el encargado de enseñarnos cómo hacer reír, y lo explicó muy bien, puso documentos visuales, hizo esquemas, análisis y comentarios...y les aseguro que lo entendí todo, pero por lo visto desde el váter de la escuela mi humor no llegaba con la misma intensidad al público.
Me pasé más tiempo intentando controlar mis esfínteres que atendiendo a Pepe. Si él supiera...

Desde el primer día yo llevaba mis monólogos muy trabajados, como una buena alumna, investigué, y me metí de lleno en el mundo del humor y la comicidad, dejé de ver el Debate del Estado, y de cantar canciones de Malú, y me puse Gran Hermano y a Luis Aguile.
Pero ni por esas conseguía sacar mi bis cómica.

Intenté hacer espiritismo para contactar con Lina Morgan, o con Groucho Marx, pero me salió Espronceda y cuando me dí cuenta había escrito dos Romanzas y un Soneto épico.

¡No puedo!, Dios mío ayúdame, con lo poco que me cuesta hacer llorar, sobre todo a mis padres, cuando les pido dinero, y que dificil es hacer reir, sobre todo a mis padres cuando les pido dinero.

Pero aunque me tachan de inconstante, me dije a mi misma que conseguiría hacer un gran guión, me llevé dos días con sus dos noches escribiendo, estudiando, interpretando cada chiste, no he trabajado tanto en toda mi vida;...es lo que tiene estar parada..., y por fín estaba preparada para ejecutarlo. Había decidido dejarlo para el último día, y esperar a que todos mis compañeros hicieran el suyo, estaba segura de que triunfaría, era muy buen material, pero justo cuando iba a salir al escenario...el curso terminó.

Por un lado me vino bien porque la verdad es que yo ya había intentado un guión el primer día, y tampoco era cuestión de castigar al público innecesariamente, pero me quedé con las ganas de exponer mi gran trabajo. Una fantástica historia basada en hechos verídicos que me estudié al detalle, pero justo cuando me tocaba a mí, mis neuronas decidieron morir en suicidio colectivo... y me quedé mirando a Pepe y pensando...!Que bien le queda el bigote aunque esté calvo¡...

Se me apagaron los circuitos, me dió un ataque de pánico y sólo podía pronunciar una palabra...Alzheimer...

Me quedé "estrupefacta", "anonanada", "inversátil"....agilipollá!

Gracias a Dios el humor en el mundo no depende de mí...siempre habrá un Pepe Macías, o un Papa Francisco que me saque una sonrisa, y si no siempre puedo escribir yo un monólogo, no me reiré pero al menos desearé más la muerte.

Por ello tengo una gran admiración por los humoristas. Creo que deberían ser los primeros en subir a los cohetes para Marte cuando la tierra se vaya a la mierda, aunque también podrían quedarse y por lo menos nos echamos unas risas antes de morir todos.

Son los que consiguen que nuestro paso por la existencia sea más llevadero, nos cambian una lágrima por una sonrisa sin darnos cuenta, y no piden nada a cambio...bueno...también porque saben que está la cosa muy mala.
- Una sonrisilla señora...que no es para vicios...

Los humoristas nunca son ricos, no llevan una vida aburguesada, en todo caso hamburguesada, pero siempre entregados a hacer feliz a la gente, tanto si gusta su pepinillo como si no.

Yo quisiera hacer algo también por los demás, me gustaría hacer a la gente feliz con mis monólogos, aunque puede que les hiciera más felices si dejara de hacerlos. Al fin y al cabo siempre puedo hacerme voluntaria de Unicef en África...a lo mejor me dejan contar algún chiste... si no le quito el apetito a la gente , porque  allí el humor siempre ha sido muy negro...

Me quedo con la satisfacción del trabajo bien hecho, porque como no se lo he enseñado a nadie, yo digo que está bien hecho y punto. Y me quedo con la satisfacción de haber conocido a unos compañeros maravillosos a los que no olvidaré nunca, ...sobre todo porque ellos sí expusieron sus trabajos, dos veces,... mamones...

Así que hoy quiero dedicar este artículo a mi profesor Pepe Macías, un humorista increíble, un showman auténtico, un estúpido que no me dejó diez minutos para decir mi monólogo...aunque fuera desde el vater...pero que espero que tenga una carrera de éxito, y una vida hamburguesada, y que se acuerde de mí siempre que necesite a alguien que no sea capaz de hacer absolutamente nada encima de un escenario...pero que domine lo que es el humor inteligente ...sobre todo desde el váter.

Un abrazo Gran Líder y vuelve pronto..que tengo un par de monólogos para enseñarte...o siete.











jueves, 7 de enero de 2016

EL SUEÑO . (Narrativa)




El ruido de las olas me fue despertando poco a poco, hacía un calor suave y corría la brisa salada. Al abrir mis ojos la luz del sol me deslumbraba, entonces apareció tu cara de payaso haciendo una mueca que me hizo reír. << Te quiero tanto...>>

<<¿Donde estabas?, me quedé dormida y no aparecías. Adoro tu sonrisa. No tenemos que hablar, no hace falta>> Me tiendes la mano y dejo que me lleves contigo, <<¿Donde vamos?, ¿Me harás una diadema de flores?. De tu mano no tengo miedo>>. Vamos a buscar frutas,  isla adentro, y me llevas con los ojos cerrados  por un sendero que sale de la playa, - es una sorpresa, "suuhh"- me pones el dedo en la boca, -escucha- << Lo oigo, las Cacatúas y el Tucán se oyen en lo más profundo de la selva, y un suave beso me hace abrir los ojos, ya no estás, busquemos por separado será más divertido, se me da bien trepar a los arboles, y las bayas están buenas aunque a veces nos ponen un poco chisposos...>>.

<< Sígueme que sé donde hay un lago, ¿ves?, agua dulce sólo para ti, la cascada te la regalo, éste será nuestro sitio secreto>>. 

Jugamos en el agua, siempre estamos riendo, me miras a los ojos, el ruido de la cascada nos ensordece y al fin me besas, salgo a correr y me persigues. <<Me esconderé dentro de la roca>>, me has encontrado, ahora eres tú el que me lleva en los brazos por las aguas oscuras de la cueva, la luz se cuela por una chimenea y estamos allí solos, girando sin decir nada, mirándonos el alma, más allá de los ojos, en silencio, sonreímos. De repente se oye un cañonazo, los piratas asaltan la isla, hemos de encontrar refugio.

Salimos del lago por un sendero oculto, me llevas de la mano y me siento segura. <<Tu por allí y yo por allá, rodearemos a los contrabandistas, ¿me quieres?, te quiero>>, cuando el amor es verdadero puede perderse en el tiempo pero siempre volverá a su dueño. - Adiós mi amor, ten cuidado.

<<Buscaré en nuestra choza las lanzas que fabricamos para pescar, desde aquí se divisa la playa, ¿y si no salimos de ésta?. Los piratas están buscando un lugar seguro para su botín, si nos descubren nos matarán>>.

 Les vigilo y a lo lejos en el atardecer entre las palmeras te imagino, astuto, rápido, con los ojos clavados en el peligro, contigo me siento a salvo, pero yo también soy fuerte, y defenderé nuestra isla. 

De repente siento un ruido tras de mi. - ¿Eres tu? - un malvado sale de entre la maleza, me amenaza con su cuchillo y me echa a su espalda como un saco mientras ríe. - ¡Suéltame bestia inmunda!, ¡márchate de mi isla secreta! 

Me lleva hasta la playa, y delante de todos me deja caer en la orilla. <<¡Dios mio!, ahí estás. Te han apresado. Te obligarán a trabajar para ellos y a mi me harán algo peor>>. Nos separan y te llevan en un bote hasta su barco. Han encendido un fuego, están bebiendo y cantando y me hacen bailar con ellos, apestan pero no es eso lo que me preocupa,  pierdo la mirada buscándote en la oscuridad, <<¿donde estas? hazme una seña, dime que estas vivo, amor mio, ¿que será de nosotros?>>.

Al fin se han quedado dormidos, consigo desatar mis cuerdas y entro en el agua despacio, no quiero hacer ruido, nado hasta el barco, estoy muy cansada pero me puede el peligro. Subo despacio por la escalerilla, salto dentro pero todo está oscuro. Te llamo suavemente. Entonces escucho tu risa, <<¿es que me estabas esperando?, vamos antes de que se despierten>>;- No princesa- me dices, <<seguro que has planeado algo, confío en ti, te espero en el bote, será divertido, vamos>>...cinco, cuatro, tres, dos, uno...PUM! Todo explota por los aires, <<¿pero donde estas tú?>>, la fuerza tumba mi bote, vuelan los trozos del barco, algo me golpea fuerte, pierdo la consciencia y caigo al agua.

Resbalo por los rayos de luna hasta el fondo del mar, siento frió, la marea me arrastra, todo desaparece, te llamo desde el fondo de mi alma, grito tu nombre en el silencio del océano, por unos segundos la vida parece haberse ido y tu con ella, hasta que  poco a poco vuelvo a sentir que despierto, oigo ...<<¿gorriones?>>, abro los ojos y la luz pasa por la persiana haciendo infinitas estelas brillantes, estoy sola, estoy en mi habitación y tengo tu foto mi mano, <<No puede ser, amor mio, ¿de verdad todo fue un sueño?, me siento morir y lloro sobre la almohada, << ¿Cómo decía? cuando el amor es verdadero puede perderse en el tiempo pero siempre volverá a su dueño. !Claro¡, ¡Éso es!, ahora lo entiendo. 

Me levanté deprisa, me puse algo de ropa y me vine a esperarte a esta playa. Aquí estoy, en la misma orilla, te he esperado minutos, días, semanas, meses, demasiado tiempo, demasiados años, quizás jamás sepas que te espero, pero por si fueran verdad los chamanes y las hadas, por si de verdad existieran los milagros estaré por siempre en esta orilla, en mi sueño, en nuestro sueño...

miércoles, 6 de enero de 2016

EL GRAN FINAL

Por favor no tomen en cuenta los sentimientos expresados en este escrito ya que sólo es una forma literaria para expresar el tema del artículo.

A veces no hay ventanas. A veces Dios cierra todas las puertas y no hay ninguna ventana. Sólo puedes quedarte ahí, en ningún sitio, esperando nada. El pánico se apodera de ti y deseas que todo termine, pero el infierno sólo acaba de empezar.

 De repente desapareció todo, bajo mis pies el suelo se derrumbo y estoy cayendo al abismo. Casi no me atrevo a escribir. Ya estuve aquí y me inventé una existencia diferente, pero ahora ya no tengo fuerzas, no lucharé, dejaré que la marea negra me ahogue, dejaré que la traición me atraviese el pecho cuatro veces, me rindo, soy culpable, ¿cual es la condena?, lástima que no sea la pena de muerte.

No voy ni siquiera a contarlo, no importa. No voy a dar una explicación, ni a buscar un razonamiento que me haga sentir mejor. Ésto es lo que hay. No soy una persona querida, no soy buena, me lo habéis dicho durante mucho tiempo pero por lo visto yo no estaba escuchando, ahora sí os he oído. Me encantaría decir que puedo cambiar, y ser de otra manera, me encantaría, pero no puedo, quisiera también que mis ojos fueran azules, y mi cara más agradecida, pero no lo son. Siento mucho defraudar a tantas personas. Siento hacer tanto daño tantas veces, lo siento.

No sé qué viene a hacer cada persona al mundo, no se ni siquiera si hay un motivo de ser o es el caos el que reina nuestra existencia, pero yo me quedo con el peor de los casos, sea cual sea. Prefiero ver el vaso vacío del todo, soy un albino entre gitanos, un zombi entre vivos, o un vivo entre zombis, un asesino a sueldo que no consigue matar, un cura que no consigue perdonar. Estoy cayendo por mi abismo hasta el fondo, y no sé que será de mí, esta vez no hay donde agarrarse, no hay cuerdas inventadas, ni manos oportunas, allá voy y aunque parezca mentira, voy sin miedo, ojalá fuera el final, pero la vida no es tan benevolente, en alguna roca me quedaré enganchada, y arañaré con las uñas queriendo descansar de tanto dolor, de sentir tanto frío y tanto vacío en el alma, hasta que las fuerzas vuelvan a fallarme y continúe cayendo.

Gracias a Dios no será eternamente, gracias a Dios existe el gran final, aunque llegar hasta él sea el infierno que me he ganado, pero llegará, puede que ésa sea la rendija por la que "éste Dios" nos deja entrar el aire suficiente para que sigamos sufriendo, aunque nunca nos engañó pues bien nos dijo que éste era un valle de lágrimas. Nosotros somos los que queremos vivir en aquel paraíso de nuestros primeros años,  un día nos empeñamos en querer ser felices, en revelarnos ante el dolor. Buda habla de la no esperanza, dice que no temas al dolor, que lo dejes y lo observes, y los aceptes, y el dolor irá desapareciendo, que en vez de asustarnos por los rayos, los escuchemos, los entendamos y llegará un momento que será sólo un ruido...Jesús también dice algo parecido, aunque con otras palabras, ya que da por explicación que el dolor es parte obligatoria de nuestro camino hacia el crecimiento, y no hemos de huir de él si no aprender de él.

Todas las religiones dirán cosas similares, quizás porque en éstos momentos son en los que uno necesita creer, tener fe. Aceptarlo y dejarte caer aunque no sepas cómo caerás ni donde. Siento lástima por mi, lo reconozco, pero más lástima me dan aquellos que se sienten seguros en su camino firme, que sienten tener fuerza para derribar muros, que ven el vaso lleno y aun así lo desprecian., pues ellos también caerán y desde más alto y cómo todo lo que existe tendrán su gran final. Siento la pena que no sirve de nada sentir, pero segura también estoy de que digo las palabras que no son necesarias decir, nadie me las pidió. Perdón.

Vuelvo a mi zulo, otro día puede os cuente un bonito cuento, hoy no estoy segura ni siquiera de lo que he escrito, ¿verdad? ¿ficción?, ¿psicología barata? ¿una absurda reflexión en mi aburrimiento?, seguramente una meditación vacía que no ayudará a nadie, que leerán unos pocos por curiosidad y que caerá en el saco roto donde cae todo en esta vida, junto conmigo y todo lo que alguna vez creí que importaba.

Todo terminará, útil o no, preciso o innecesario, y son muchos los que lo han olvidado. No cesa el dolor, cerraré mi ordenador y seguiré ansiando la paz. Esa paz que todos los dioses prometen, el día en el que todo habrá sucedido y ya no sucederá nada más, nuestro momento de la verdad, EL GRAN FINAL..

..



Quizás al final Dios sí que abre una pequeña ventana, sólo tenemos que querer mirar...



jueves, 31 de diciembre de 2015

LA NOCHE DE LAS NEYSAS. (Microrrelato)




Era el día indicado.

Era la noche en la que todas las Neysas de todas las partes del mundo se reunían en aquel claro del bosque, junto al lago que era su hogar.

Poco a poco aparecían de entre las sombras, se despojaban de sus ropas y con sus blancos cuerpos desnudos  se colocaban en su sitio formando círculos. Eran todas mujeres muy jóvenes y hermosas, seres preciosos, diosas de la belleza. Todas tenían largos cabellos que  brillaban en todos los colores, cobrizos, castaños, rojos fuego, plateados y dorados, y sus rostros eran todos perfectos, ojos preciosos en rostros de ángeles.

Cada año se reunían para celebrar el gran día de las Neysas.

En éste día conmemoraban su justicia,  la muerte de miles de hombres,  la destrucción de aquellos que alguna vez hirieron a una mujer,  hombres mezquinos que merecían un castigo que ellas se encargaban de ejecutar engañándolos con su belleza y su sensualidad, y haciendo que lo perdiesen todo, a veces incluso la vida.

Las Neysas eran seres salidos del submundo que venían a vengar el dolor de cada mujer maltratada, eran la justicia de los dioses. Tenían la apariencia de la mujer más hermosa que un mortal pudiera imaginar, estaban repartidas por todas las partes del mundo y tenían un cometido, eran fuertes, inteligentes y siempre conseguían su propósito, pero había una cosa que nunca podían consentir, lo único que delataría su verdadera y espectral apariencia, el contacto con el agua.

Aquella noche una de ellas parecía más nerviosa de lo normal. Sus compañeras cuchicheaban y se reían a sus espaldas. Mia, que así se llamaba, tenía un pelo largo y cobrizo,  y una sonrisa y una luz en sus ojos distinta a todas las demás. Cuando cada una ocupó su sitio llegó la más veterana y maestra, Ama, su largo pelo plateado, liso como rayos de luna casi tocaba el suelo, aunque su cara y su cuerpo era joven y hermoso.

Ama  fue mirando a los ojos a cada una de las Neysas, le ponía sus manos en las mejillas, sonreía y continuaba, así de una en una iba sintiendo en su mente los llantos y gritos de aquellos hombres malvados, a los que cada Neysa había dado castigo, lamentos de misericordia que vengaban los de aquellas a las que hirieron. Todas habían cumplido su obligación, hasta que llegó ante los ojos de Mia y puso las manos en sus mejillas rosadas.  Ama se detuvo, miró a Mia con preocupación y su rostro se volvió serio y triste.

- ¿Que has hecho mi niña?

Mia bajó los ojos e intentó disimular:
-No sé a lo que se refiere madre.

-Claro que lo sabes...te has enamorado.

-Pero madre, él no es cómo los demás. No pude destruirlo, no se lo merecía.

-Todos los que te ordeno que ejecutes se lo merecen, no hay errores, te ha engañado.

-Madre, déjeme que le esplique, él me ama, me vio como soy en realidad...

-¡Estas loca! Insensata, sabes que eso está prohibido.

-Pero aún con mi apariencia real, me ha entregado su corazón.

-¡Mia, es un pirata sucio y ruin que mata y viola a mujeres por los siete mares!, ¿cómo has podido dejarlo vivir?. ¿Cuantas mujeres sufrirán por tu debilidad?

-No madre. Dejó de hacer daño a las mujeres por mi. Le conté nuestro secreto y dijo que sería bueno. Sé que dice la verdad...me deja nadar junto a su barco, a veces casi puedo sentir que es él el que me sigue hasta el fin del mundo, y cuando encontramos una isla desierta donde ocultar nuestro amor, yo me vuelvo hermosa para él y nos quedamos en ella días y días, felices, amándonos. Me dice cosas tan hermosas...sé que algún día estaremos juntos para siempre...

-Mia, pobre niña...,¿ y tu le creíste?, Te has enamorado...- Ama se alejó de ella- ¿sabes lo que te ocurrirá ahora?...pobre Mía...

-Creo que no es justo, pero si es mi castigo por no matarle, que así sea...

Ama la miró por última vez a los ojos, un rayo cruzó el cielo.
- No olvides lo que fuiste...

De repente se desencadenó una gran tormenta, empezó a llover y  todas las Neysas huyeron, unas corrieron hasta perderse por entre los arboles y otras saltaron al lago donde se les podía ver convertirse en lo que eran de verdad. Apenas entraron en el agua de aquel oscuro lago sus cabellos se volvieron tentáculos espinosos, su piel se tornó azulada y cubierta de begigas y escamas, y sus ojos blancos no tenían mirada. De repente eran monstruosas criaturas con dientes puntiagudos, repugnantes y putrefactas, que nadaban deprisa buscando la oscuridad de las aguas profundas..

Antes de que pudiera darse cuenta Mia se había quedado sola, bajo la lluvia, desnuda, cayó sobre si misma llorando amargamente, agarrada a sus piernas, aterrada, se sintió morir sobre el fango. Ni siquiera se dio cuenta de que su cuerpo se estaba mojando. Con el agua su pelo se fue oscureciendo, hasta quedar negro como la noche y su larga cabellera caía a jirones, parecía estar muriendo de verdad sin embargo su cuerpo no se volvía espectral, se había mojado y seguía siendo una mujer. 

Entonces se dio cuenta. Al enamorarse había perdido todo su poder, se había vuelto mortal, sin belleza alguna, pero mujer. Miró su reflejo en el lago, su corto y horrible pelo, su cuerpo había envejecido, y sus ojos se habían apagado,  pero lo que vio en su corazón fue su libertad, al fin podría estar con él, recogió sus ropas y corrió por el bosque, ahora si podría demostrar que él la amaba de verdad, buscaría a su amor, montó en su caballo y corrió bajo la lluvia hasta la ciudad, en cuyo puerto estaría su amado.

Cabalgó toda la noche rezando porque su barco no hubiera partido, lo vio desde lejos y sin pensarlo dos veces corrió hasta él y subió a bordo. Su amado estaba en la popa dando instrucciones a los marineros cuando ella irrumpió, todos quedaron en silencio:

-¡Amor mio!, ¡Mira que me ha pasado!, al fin podremos estar juntos.- Mia hablaba mientras avanzaba entre la tripulación hasta donde estaba el capitán. Uno de los marineros la agarró y le puso un cuchillo en el cuello.

-¿Quien eres intrusa? - Le preguntó el capitán mirándola de arriba a abajo.
-Soy yo, Mia. Tu amada, tu compañera...nuestro secreto, ya no tienes que tener miedo, soy una mujer normal, no tendremos que escondernos nunca más...

El capitán se acercó a ella despacio y la miró a los ojos. Apartó el cuchillo de su cuello y la acercó bruscamente hacia él, olió su cuello con cara de asco y tocó su pelo enfermo: 
-No te conozco de nada, jamás te había visto. No eres más que una vieja que intenta colarse en mi barco, así que te invito a que bajes de él y no vuelvas nunca más.

-¿Cómo que no sabes quien soy?, sabes perfectamente quien soy,¡ me dijiste que me amabas, te perdoné la vida!

El capitán la cogió entonces por el cuello levantándola del suelo y con los ojos llenos de ira le dijo al oído:
-He dicho que no te conozco de nada, así que no quiero volver a verte jamás. ¡Bajadla del barco!

Dos marineros cogieron a Mia que gritaba y lloraba suplicando clemencia a su amor, la bajaron del barco, la abofetearon fuertemente y la dejaron tirada en el suelo del puerto:
-¡Y no vuelvas por aquí vieja bruja!

Pasaron horas hasta que Mia volvió en si. El barco se había marchado, aquel que juró ser su amor la había engañado y ahora era una mujer abandonada y maltratada, lo había perdido todo por amor.

Como pudo buscó auxilio en la ciudad, anduvo por las calles pidiendo ayuda pero ni siquiera la miraban, hasta que se le acercó otra mujer, hermosa y bien arreglada, la cogió por el brazo cuando casi iba a desmallarse y la llevó a una casa. En la casa había más mujeres, una de ellas le trajo una manta y una copa con agua, y la sentó cerca del fuego. Todas las demás salieron de la habitación, pero aquella muchacha de largo pelo dorado se sentó junto a ella y le cogió las manos:

-No se preocupe señora. Todo saldrá bien, yo la ayudaré. Los dioses dicen que todos recibirán su castigo, aquel que le haya hecho sufrir pagará aunque se esconda en el último lugar del mundo.

-¿Cómo sabes tu eso? - Le pregunto Mia asustada.

-Yo me encargaré de que así sea...

-¿Eres una Neysa?

-¿Neysa?...no. No se de que me habla, yo solo soy una mujer...


miércoles, 23 de diciembre de 2015

Una Felicitación muy Especial.








Quisiera decir Feliz Navidad... pero no puedo. 

Veo las preciosas luces, y pienso en aquellos que viven en la oscuridad. Veo los escaparates a punto de estallar con toda clase de delicatessen y lujos culinarios, y las mesas que recuerdan a banquetes de reyes, y pienso en los que con suerte tienen sólo un bollo para comer. Veo la gente cargada de regalos para personas que lo tienen todo y pienso en aquellos que no tienen a nadie que les regale aunque no tienen nada. No puedo, no me gusta, es el ejemplo más asqueroso de hipocresía de ésta sociedad supuestamente avanzada. La inconsciencia más sucia del ser humano..

¿Eres feliz? ¿Te gusta la Navidad? que bien, yo no puedo sabiendo lo que está pasando en verdad en éste nuestro saqueado mundo, sólo para que sea posible ésta felicidad falsa y efímera adornada con lujo y apariencia. Ni siquiera me convence la idea familiar que nos venden, mi familia está todo el año, a mi familia la quiero todo el año, igual que a mis amigos, y quiero estar con ellos cada día, no pienso consentir que me digan que es una fiesta familiar, porque sé que es todo una gran mentira, una excusa para aparentar una vida que no tenemos ¿Y aquellos que no tienen familia?, ah si, siempre hay un corazón generoso que los acoge para cenar en ese día tan especial, aunque no vuelvan a verle jamás, se siente uno tan bien cuando hace el bien...

¿A donde vamos?, ¿De verdad nos importan tan poco lo que le pase a nuestros semejantes?. ¿Por qué?.

Hoy no tengo respuestas, no tengo conclusiones ni consejos, hoy solo quiero que me lo expliquen a mí, porque me siento avergonzada de pertenecer a esta sociedad. No es que sea malo divertirse, lo que es malo es éste fanático derroche, los comercios están a reventar de gente, los bares llenos de reuniones bebiendo y comiendo como si no hubiera mañana,  las casas adornadas con un lujo y una dedicación excesiva...Recuerdo navidades en las que en la mesa había platos llenos de humildad, un pequeño belén antiguo de la familia, y en la mesa, los mismos de todos los días pero armados de panderetas y palmas para cantar y celebrar que seguíamos juntos. Mis regalos eran pocos y por ello más queridos, y la Navidad no hacía que una familia se endeudara para varios meses, porque se le daba la importancia que tenía. 

Mis hijos me dicen que soy el Grinch, y entre risas intento disimular mi sentimiento puesto que ellos todavía tienen derecho a creer en ésa fantasía. Yo he sido la primera en dar a mis hijos la navidad más preciosa del mundo cuando eran niños, pues son ellos, los niños los verdaderos protagonistas, pero cuidado, no les hagamos creer en la magia sin enseñarles también que hay sitios donde ésa magia no llega, explicarles que en su lista de Reyes o Papa Noel o el mago merlín o un señor de Murcia... pidan un sólo juguete para ellos y otro para un niño que vive en una selva y que no sabe escribir porque no tiene profesor, ni tiene papel ni lápiz, ni un buzón donde echar la carta, ni una botella de agua en la nevera, ni nintendo, ni ropa bonita...que entienda que la felicidad no está en lo que le regalen si no en el simple hecho de tener un regalo.

Pero ésto no es lo que los niños entienden, porque no es lo que los mayores sienten. Los adultos son los primeros que se vuelven locos, hace un mes no tenían para pagar la hipoteca pero hoy se gastan el dinero de la hipoteca en estuches de colonia y corbatas de marca. Cuando nos cuentan las bacanales romanas, medievales, y de tantas culturas y  los abusos, la banalidad de épocas antiguas...nos ponemos las manos en la cabeza y nos reímos de que gente tan bruta hiciera esas barbaridades, y acaso ¿no es eso exactamente lo que hacemos hoy en día?.

Por favor pido mil réplicas si lo que digo no es cierto. Decidme que estoy equivocada, y que lo estamos haciendo bien. Quizás el Grinch no sea tan malo...

Yo tengo que pedir perdón, porque aunque mis navidades van a ser una de las mejores de mi vida, no me siento feliz por ello, pido perdón porque no regalaré a nadie, porque no compraré nada que no compre habitualmente para comer, porque no pondré luces en mi casa mientras haya personas que no tengan casa donde colocar sus luces, y pido perdón por ésta extraña forma de felicitar la Navidad. Y éste año en mi carta a los Reyes Magos sólo pediré una cosa...que algún día todos entendamos que lo importante es la Humanidad no la Navidad y que una vez al año celebremos y demos las gracias al cielo porque seguimos en este mundo un año más, pero como la enseñó el chiquillo que dicen que nació...con humildad, con mucha humilad.



lunes, 21 de diciembre de 2015

LA COPA VACÍA. Voluntaria al fin.




Con ésta copa vacía pido un brindis por la mujer que soy.

Brindo por los amores imposibles, brindo por lo que nunca sucederá, por lo que podía haber sido, por los amigos, por los sueños, por la realidad, por lo que me queda por vivir. Brindo porque hay que brindar, porque hay que otorgarle su atención a las cosas que importan. Me importa lo que he venido a hacer a este mundo, me importa que me duela saber que mi vida venía marcada ya con una distinción especial, pero lo que más me importa es que no me importa nada.

Me importan mis hijos, lo único que dejo en la tierra de mí, éso me importa, lo demás son parodias y entretenimientos, días gastados que pasan como un paseo. Me queda demasiado tiempo para no hacer algo importante, aunque no importe nada, me niego a pensar que mi vida se va a reducir a trabajos miserables, fiestas, amiguetes, relaciones superficiales y compromisos sociales, no puedo quedarme solo en la corteza de lo que puedo hacer aquí, quiero pringar bien, mojarme los pies y ensuciarme de barro para ayudar a otros. Así que he buscado dentro de mí el ungüento que calme ésta desazón de estar viva, y he decidido ser voluntaria de la Cruz Roja. Si pudiera me iría a África, Asia o Sudamérica, pero resulta que ser voluntaria e ir hasta allí a dar tu vida por los demás vale casi igual que unas vacaciones en las islas Fiji, así que me conformaré con ayudar a los que están más cerca, que al fin y al cabo también necesitan ayuda.

Todo empezó cuando me puse a pensar, pues como soy tozuda dolía demasiado, así que me puse a sentir y sentí que mi copa estaba vacía, y sentí que vacía no me servía de nada. ¿Que sentido tiene? Todo lo que he hecho desde que estoy aquí ha sido una pérdida de tiempo y energía. Solo he hecho dos cosas en mi vida: crear problemas  y traer al mundo a dos seres maravillosos, gracias a dios con lo uno compenso lo otro, pero siento que eso es tan poco. No he hecho nada digno de mención, nada que me permita marchar en paz cuando llegue el momento, así que ahora mejor que otro día es un buen momento para empezar a dar un sentido a todo ésto aunque sé que nunca tendrá sentido.

Siempre quise ser artista, escritora, bailarina, actriz, quería ser famosa, quería quedar en la historia, quería tener una vida en lo más alto, quería un amor verdadero, quería grandes facultades y éxito, quería demasiadas cosas y todas inútiles, pero el tiempo pasó deprisa, yo creí que todo iba bien, hasta que me distraje un poco y pasaron cuarenta y dos años, y de repente ya es tarde para todo, y lo mejor es que tampoco me importa demasiado,  y según pasan los días esos sueños se alejan más y más, dejando paso a una realidad que a base de lágrimas y sangre se ha convertido en mi obligación de despertar cada mañana.

Quizás despertar con un trabajo remunerado en amor haga mis amaneceres más dulces, o quizás dure dos días en mi nuevo proyecto , quizás me arrepienta de todo lo dicho, quizás venga la vida y me destroce los planes con algo gordo como suele hacer, pero hoy noto alivio sólo con  pensar que serviría de algo, de poco, muy poco, pero lo suficiente para que mi paseo por ésta vida no sea en balde.

Ahora sólo tengo una pregunta...¿sabre ayudar?, ¿Sabré dar de beber con mi copa vacía?, Puede que para los demás mi copa nunca estuviera vacía,  que yo no quisiera nunca beberla, puede que no la necesite, que mi sed se calme al calmar la de otros y mi vida tenga un sentido que muchos no entenderán. Llevo toda mi vida buscando algo, ésto es parte de ésa búsqueda, no es una nueva loca idea que no terminaré, porque soy de la opinión que no es en balde algo por no haberse concluido, es lo único que puedo hacer para ser algo más feliz que hoy, y por ello brindo, alzo mi copa y brindo por mi felicidad, pero sobre todo brindo por la felicidad de aquellos que aun necesitando ayuda y amor, son capaces de  llenar las copas vacías.