lunes, 28 de noviembre de 2016

La Historia Interminable...pero con un Gran Fin.






¿Oyes eso?...El silencio más profundo. Todo está quieto. Pareciera que el tiempo se haya detenido. Una prueba más se me plantea para que pueda continuar la historia.

Ha pasado algo...
Está pasando...
Y pasará. 

Algo que ha roto mi mundo para siempre. "La Nada" ha llegado...y pronto del Reino de Fantasía sólo quedará un pequeño grano de arena.

Pero he de guardar el secreto, he de seguir con mi sonrisa serena, cada mañana, pues en verdad al fin y al cabo es bueno crecer y madurar, en verdad es la batalla que siempre esperé...Aunque a partir de ahora la mentira salga a mis ojos como una niña asustada que mira por una ventana la lluvia.

De repente los sueños se me escurren entre las manos. Una niña de quince años con un tu-tú y unas puntas, y el moño bien tirante, me espera en el salón para que le explique porqué ya nunca volverá a subir a su escenario, y a su lado una novia que quiere seguir en busca del amor verdadero, y también una madre que es madre antes que mujer y mujer sólo ya por ser madre...,incluso un alma que esperaba brillar más en el ocaso que cuando llenaba el cielo y que se perdió en un eclipse sin sentido..., me esperan, me piden que les de la razón que no tengo, mientras ven cómo desaparecen como ceniza en el aire de mi capricho.

Habrá que cambiar los planes, y empezar un camino angosto hacia otro sitio, buscar la forma de detener lo imposible, sabiendo que es imposible de detener. Aunque no se me dá bien disimular conmigo misma y tiemblo. Vida... pégame ahora si quieres, no puedo sentir tu daño porque lo calla el sordo y aplastante dolor que por mi misma ya siento.

Mi ropa quedará huérfana en el armario, mi risa se gastará sin motivo. Y todo pasará aquí donde siempre estoy, solita, igual que llegué.

Como si recogiera un importante premio: Quiero agradecer a mis manos y a mis ojos, que aprendieron a turnarse para guiar mi camino. Ésto tampoco  habría sido posible sin éste corazón mío, que soportó día tras día más de lo que podía, por chiquitito y enclenque.Y cómo olvidarme de esta mente loca que nunca dijo no a nada...Que nunca vio el peligro y nunca tuvo miedo, hasta hoy.

Huele a naranjos aquí, y aunque en mi habitación siempre es otoño nunca deja de pasar el sol fuerte a través de las persianas. 

Se cumplieron todas y cada una de mis palabras, por lo que puedo sentirme orgullosa de que jamás dije nada en balde...Ya fueron verdades, sarcasmos, o simplemente chistes malos. Pedí, y se me cumplió, siempre pedí y se me concedió, aun cuando pedí sin palabras, aun cuando pedí sin saberlo.

Aunque supongo que no me llevará mucho tiempo empezar a olvidar y seguir, seguir, continuar mientras haya instantes flotando en el aire esperando a ser vividos, sé que olvidaré, aunque ahora sienta el pecho devastado. 

Muchas veces lo sentí así y ...¡sorpresa!, sin lógica y en contra de todo lo previsible, presentible y predecible...llegó mi ángel de la guarda y me salvó. Y me salvara una y mil veces más. Está ahí, observando...y en algún momento me muestra un espejo en el que se refleja una feliz anciana de largo pelo blanco que agradece cada instante y me dice con ternura que tenga paciencia...


Y  entonces es cuando se produce el milagro, es cuando el tiempo vuelve a retornar, y el ruido y la luz vuelven a llenar mi vida, con aventuras, risas y fracasos...al final resulta, que cada prueba superada, cada paso a través del pantano de la tristeza, cada amigo que perdí...no sirvieron para nada,  todo era tan sencillo, sólo tenía que ponerle  nombre a la Emperatriz infantil...y hoy, al fin, yo decidí llamarla...

Felicidad.



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