lunes, 27 de junio de 2016

LA RAZA QUE NO PODÍA HABLAR




Me voy a mirar al espejo...a ver...: Dos ojos, dos brazos, una nariz, una boca...cinco dedos en cada mano, y aparentemente un solo cerebro...yo creo que soy  medio normal pero entonces, ¿Por qué me es imposible enfrentarme a la gente y decirle la verdad de lo que pienso cuando me han hecho daño?...Debo tener alguna malformación...

Bueno... que no soy capaz de decirle lo mal que me siento  tampoco es muy exacto, en algunas ocasiones lo he hecho, pero hay algo que me lo impide, es un secreto...tengo... un poder, algo que no puedo controlar....

Puedo hacer el mal. El mayor de los daños, soy capaz con mis palabras de ser la persona más cruel sobre la tierra. Sé exactamente encontrar  los peores temores de las personas y mostrárselos para hacerles pagar por el daño que me hicieron, una venganza inconsciente y desproporcionada.

 Lo sé desde que era una adolescente, lo notaba, pero entendí que  el verlos sufrir con mi malvada verdad me hacía aun más daño porque curiosamente me es imposible ver  sufrir a nadie, así que un día decidí callar, negar mi dolor y no decirle nunca a nadie lo que sentía de verdad cuando me hacía daño. Sólo que a veces me puede la inconsciencia, el miedo, el odio, la debilidad...el callar durante demasiado tiempo y entonces exploto, y lo digo todo, lo grito, lo vomito consiguiendo que mi posterior arrepentimiento no sirva para aliviar el dolor causado a ésa persona, que a veces ni siquiera se dió cuenta del daño que me causó.

Así que ahora callo. No es hipocresía, lo bueno siempre lo digo, y lo que sea inocuo para la relación también, pero intento que nadie sepa de verdad qué es lo que me hizo que dejó una herida en mi corazón, lo intento,  y si hago recuento todo el mundo me ha hecho en alguna ocasión algún tipo de daño, queriendo o sin querer, al igual que yo habré dañado también a todo el resto del mundo, la única diferencia es que ellos sí me dijeron a la cara lo que les molestó.

Mi consciencia me ha cosido la boca, pero ésto no es ninguna virtud, por el contrario, es una desgracia que sobrellevo como buenamente puedo huyendo de un lugar a otro, viajando en la frustración constante, y cómo un asesino que además no puede de vez en cuando dejar de ejecutar su maldición...diciendo verdades como puños que tumban amigos, familia y compañeros...

Mañana debería decirle algo a alguien a quien quiero como a un hermano, he de decirle que me defraudó y éso puede que me haga perderle, aunque en esta ocasión mediré mis palabras con un cuentagotas porque no quiero perderle, aunque en verdad me defraudó, pero no quiero perderle, pero...puede que nunca le tuviera y lo que no quiero es darme cuenta de ello...

Mañana será la primera vez que me enfrente de forma consciente a esta desgraciada carencia con la que vivo desde mi adolescencia. Tengo miedo, lo reconozco, la última vez que lo intenté le destrocé el corazón a alguien, y creí que mis palabras estaban dichas también con cuentagotas, gracias a Dios a ésta persona no la perdí, aunque me pregunto si no hubiera sido mejor haberla perdido, porque al cabo del tiempo aquello de lo que me quejé sigue siendo motivo de dolor para mi, con lo que sé que lo mejor será que sea yo la que huya con la boca cerrada y sin que se de cuenta...

A veces pienso si ¿ merece la pena quejarnos de la actitud de los demás?, ¿no es más fácil alejarnos de ésa persona y respetar que puede que en el fondo tenga su razón?.


A veces pienso que nadie piensa lo mismo que yo, ni calla lo mismo que yo, ni se alejan ni respetan lo mismo que yo, pienso que no toleran como yo, y que se creen mejor que yo, a veces pienso que nadie sufre lo mismo que sufro yo...y.... pero éso nunca nadie lo sabrá...¿o si?...No, no, en verdad nada me molestó, me habré precipitado.... Gracias y perdón....









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